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Fiscalidad de un plan de pensiones

La jubilación es cuestión de tiempo, y conviene ser precavido para que cuando llegue sea lo más amable posible. Y para ello, la mejor opción es contratar un producto de ahorro a largo plazo para complementar la pensión. Pero éstos no están exentos de tributar, así que veamos cuál es la fiscalidad de un plan de pensiones.

¿Qué es un plan de pensiones?

El plan de pensiones es un producto financiero de ahorro preventivo. Su objetivo a largo plazo es generar una cantidad de dinero ahorrado del que disponer en la jubilación.

Se trata de un sistema de ahorro basado en aportaciones periódicas o puntuales realizadas por el titular. Un dinero que será invertido por los gestores del plan. Siempre según los criterios de rentabilidad y riesgo previamente establecidos en la política de inversión. Unas condiciones establecidas en el plan en el momento de la contratación. Una estrategia financiera que permitirá al pensionista, a la hora de rescatar su plan de pensiones, obtener una cantidad de dinero en base a las aportaciones realizadas y la posible rentabilidad obtenida a lo largo de los años.

Cuál es la fiscalidad de un plan de pensiones

El ahorro no sale gratis. Hacienda siempre exige su parte al contribuyente, así  que conviene tener muy en cuenta cuál es la fiscalidad de un plan de pensiones. Veremos que hay aspectos ventajosos, pero que también hay que hacer cuentas con la Agencia Tributaria.

En cualquier caso, una de las características que convierte los planes de pensiones en uno de los vehículos de ahorro más apropiados para la jubilación, es su tributación. Y es que la fiscalidad de un plan de pensiones contempla que cada una de las cantidades que se aportan al plan pueden ser desgravadas, reduciendo la base imponible del IRPF del contribuyente. Lo cual propicia un ahorro fiscal a la hora de presentar la declaración de la renta anual.

Eso sí, hay que tener en cuenta que habrá que tributar por las aportaciones periódicas y los intereses derivados cuando se realice el rescate del plan.

Qué pasa si se aporta más de 1.500€ al plan de pensiones

Las aportaciones a los planes de pensiones están limitadas. El máximo es de 1.500 euros anuales o el 30% de los rendimientos netos del trabajo y de actividades económicas. Y esas son las cantidades máximas que el contribuyente puede desgravarse en la renta.

Eso sí, si durante el año se han hecho aportaciones por un importe superior a esos 1.500€, la cantidad excedente puede desgravarse en los siguientes cinco ejercicios fiscales al hacer el modelo 100, el Impuesto sobre la renta de les Personas Físicas (IRPF). De hecho, en caso de tener excedentes de ejercicios anteriores, éstos tienen prioridad sobre las cantidades del propio ejercicio fiscal.

La fiscalidad de un plan de pensiones contempla algunas excepciones en cuanto a los límites se refiere. Así, esos 1.500€ de límite pueden incrementarse hasta los 4.250€ en el caso de los trabajadores autónomos por aportaciones a planes de pensiones de empleo. Y hasta los 8.500 euros si el incremento es de contribuciones empresariales.

Cuánto hay que pagar a Hacienda al rescatar un plan de pensiones

Como ya hemos comentado, aunque la fiscalidad de un plan de pensiones nos permite desgravar las aportaciones, en el momento en que se rescate para ejercer su función de apoyo económico a la pensión por jubilación, habrá que tributar por las cantidades aportadas y los intereses devengados.

Concretamente, la fiscalidad de un plan de pensiones estipula que las rentas obtenidas en el rescate tributan como rendimientos del trabajo. Igual que los planes de pensiones públicos. Por lo tanto, los tipos impositivos son entre un 19 y un 47 %.

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