Precauciones básicas para las compras online seguras
Ni que decir tiene que el comercio digital es el futuro. Cada vez es más común, tanto pot comodidad como por la agilidad de las operaciones, comprar por internet en vez de desplazarse a las tiendas o a las taquillas de turno. Pero todo tiene sus pros y sus contras, y siempre conviene ser cauto. De modo que aquí les compartimos algunas precauciones básicas para las compras online.
La comodidad y la rapidez son dos de las razones fundamentales para optar por las compras online, pero no hay que olvidar la seguridad. Hay que evitar el fraude a toda costa, y son muchas y diversas las amenazas de los ciberdelincuentes en las transacciones comerciales en internet.
Algunas precauciones básicas para las compras online
Los consumidores que adquieren productos o servicios a través de la red deben tener muy en cuenta las garantías de seguridad de los medios digitales que utilizarán. Veamos algunas precauciones básicas para las compras online, que garantizarán las operaciones seguras.
Wifi o conexiones seguras
Entre todas las precauciones recomendables, si estamos dispuestos a llevar a cabo una compra a través de internet, la principal es asegurarse de que el wifi o la conexión a internet que vamos a utilizar es segura. Ésta puede ser la de nuestro domicilio o la del trabajo, pero no es nada recomendable utilizar la de bares, comercios o alguna conexión libre a la cual puede accederse ocasionalmente. Todas estas vías de acceso a internet no están bien protegidas y, por lo tanto, nunca son seguras al cien por cien.
Por lo general, este tipo de conexiones digitales abiertas o de uso público permiten el fácil acceso a hackers o estafadores cibernéticos, que de este modo pueden obtener toda nuestra información y, a partir de ahí, tienen la opción de operar en nuestro nombre o, simplemente, estafarnos.
Antivirus actualizado
Siempre es bueno tener protegidos nuestros dispositivos y nuestros programas. La oferta de antivirus que ofrece el mercado es enorme y de prestaciones muy variadas. Las soluciones antivirus gratuitas ofrecen protección básica frente a virus comunes, mientras que el software antivirus de pago ofrece una protección más avanzada. No obstante, ningún software garantiza la seguridad absoluta. Conviene buscar un equilibrio adecuado entre el precio y las garantías que se ajusten a nuestras necesidades.
Webs con garantías
No todas las páginas comerciales de la red son seguras. Hay muchos sitios ideados para defraudar. Por ello, siempre que pueda evitarse, no hay que entrar en webs ni clicar enlaces que no ofrecen garantías. Hay que asegurarse de que la tienda online es confiable, por ejemplo, investigando su reputación con reseñas y comentarios de otros usuarios. Esta es otra de las precauciones básicas para las compras online.
Otra manera de cerciorarse de la legitimidad del sitio web es acudir directamente al sitio sin pulsar enlace alguno. Realizar las compras únicamente en páginas web seguras que comiencen con HTTPS (por ejemplo, https://ejemplo.com).
Desconfiemos siempre de los chollos increíbles, porque si son tan buenos que parecen mentira, seguramente es que son mentira. A veces vale la pena pagar más y evitarse disgustos. Ante cualquier duda abandonen la operación. Por ejemplo si les solicitan información poco habitual. Ya sea su móvil, su fecha de nacimiento, su dirección postal… Nada de eso es necesario para una transacción online, por lo que tal vez estén intentando recabar información para un futuro fraude.
Control de movimientos de nuestra tarjeta
Por último, otra de las precauciones básicas para las compras online es revisar periódicamente los movimientos de nuestra tarjeta de crédito. Solo por seguridad. Si hubiéramos sido víctimas de algún timo, tal vez estemos a tiempo de revertirlo si contactamos con nuestra entidad bancaria y no ha pasado demasiado tiempo.
Precauciones básicas para las compras online: métodos de pago seguros
Y por último, siempre que sea posible hay que optar por métodos de pago seguros como PayPal o tarjetas de crédito virtuales bajo la supervisión de un adulto, que ofrecen una protección extra a la hora de realizar compras.