En un entorno cada vez más competitivo, y donde la innovación es el motor del crecimiento económico, proteger las ideas se ha convertido en una prioridad estratégica para empresas y emprendedores. La Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM) juega un papel esencial en este proceso, no solo como organismo encargado del registro de patentes, marcas y diseños, sino también como promotora de una auténtica cultura de la propiedad industrial en España.
Su directora, Elisa Rodríguez, analiza los principales retos y tendencias del sector: desde la necesidad de fomentar una mayor cultura de patentar entre los innovadores españoles, hasta el impacto de tecnologías emergentes como la Inteligencia Artificial o la Computación Cuántica. Además, explica cómo la OEPM afronta los desafíos de un entorno globalizado y qué estrategias pueden seguir las startups para proteger sus activos sin asumir costes desproporcionados.

¿Cuáles son las principales actividades de la ‘Oficina Española de Patentes y Marcas’?
Nuestra función principal es la de ser el órgano encargado del examen y registro de los distintos títulos de Propiedad Industrial (PI) en España, como las patentes, las marcas o los diseños. Además, fomentamos el uso de la propiedad industrial, divulgando los enormes beneficios que conlleva para las empresas, sobre todo para las pymes, gestionar adecuadamente sus activos intangibles. Aquellas que lo hacen son capaces de ser más competitivas, de ofrecer mejores condiciones a sus trabajadores y de internacionalizarse con éxito. Somos también una institución muy proactiva en el ámbito internacional y trabajamos cada día por defender los intereses de nuestras empresas, investigadores y emprendedores en todo el mundo.
¿En qué medida puede faltar una cultura de patentar en España entre nuestros emprendedores/innovadores?
El Índice Mundial de Innovación nos sitúa entre los 30 países con mayor rendimiento de innovación. El sistema de propiedad industrial en España es robusto, si bien aún queda recorrido, ya que seguimos siendo un país de intensidad media en el uso de la propiedad industrial, especialmente en materia de patentes. Debemos seguir apostando por más innovación española protegida.
El principal cambio de cultura que intentamos impulsar desde la OEPM es el de entender que las patentes no son un fin en sí mismo, sino un medio para alcanzar otros fines. El registro es un paso necesario para que la innovación tenga cimientos fuertes y para que pueda obtenerse retorno del esfuerzo y recursos invertidos en ella.
¿Cuáles son los principales desafíos que enfrentan las empresas tecnológicas al registrar patentes en un entorno de innovación tan acelerada?
Esta es una pregunta que podrían responder mejor las propias empresas. Nuestra experiencia nos dice que, en un ecosistema donde la innovación avanza tan rápido, una de las dificultades reside en dar con la tecla de una tecnología que pueda perdurar el tiempo necesario como para ser rentable y permitir a sus creadores amortizar los esfuerzos empleados en su desarrollo y obtener beneficios por ello.
En cualquier caso, como anticipar el futuro y controlar la actividad de la competencia es una tarea muy complicada, registrar la innovación y proteger el resultado del trabajo propio es la estrategia que garantiza el éxito, sea cual sea la tecnología que termine por despuntar frente al resto.
¿Qué tendencias se observan en el tipo de patentes tecnológicas que se presentan en los últimos años, por ejemplo, IA, blockchain, 5G?
Desde la OEPM estamos observando una tendencia creciente de solicitudes de patente en las que se introduce alguna aplicación de la Inteligencia Artificial. Podría decirse que se está generalizando su implementación a prácticamente todos los sectores.
La Computación Cuántica se está convirtiendo también en un sector muy dinámico en España, especialmente en el campo del software, lo que está disparando las solicitudes de patente. En cuanto al blockchain y a la tecnología 5G, no se aprecian, por ahora, cambios significativos de tendencia, por lo que se mantiene más o menos estable el número de solicitudes.
¿Qué criterios utilizáis para evaluar en las patentes la originalidad?
En realidad, en el mundo de las patentes se habla de los requisitos de novedad y actividad inventiva. Este último podría corresponderse con el concepto de “originalidad”. La actividad inventiva la evalúa el examinador de patentes poniéndose en el lugar del “experto en la materia”, una figura hipotética que tiene acceso a todo lo divulgado en el campo de la técnica al que corresponda la invención con anterioridad a la presentación de la solicitud, esto es lo que se conoce como “estado de la técnica”.
Se considera que la invención implica actividad inventiva, que se podría asimilar a que es original, si no resulta de manera evidente del estado de la técnica para el experto en la materia. Para determinar si hay actividad inventiva se utiliza un método denominado “problema-solución” que trata de reducir la subjetividad en el análisis y que está armonizado a nivel europeo.
¿Qué papel juega la Inteligencia Artificial en el proceso de revisión y gestión de patentes en su oficina?
La IA es una tecnología disruptiva que ha llegado para revolucionar múltiples aspectos de nuestra vida, incluido el laboral. Todo apunta a que será capaz de hacer más eficientes algunos de los procesos que se llevan a cabo en todas las oficinas del mundo. No obstante, como Administración Pública, hemos de ser extremadamente prudentes y garantes de principios como el de seguridad y confidencialidad.
Dada la naturaleza de nuestra actividad, manejamos una gran cantidad de datos muy sensibles y debemos estar seguros de que estarán adecuadamente protegidos antes de implementar nuevas tecnologías que pudieran comprometerlos. Por ello, hoy por hoy, prevemos que la principal aplicación de las nuevas herramientas de IA pueda estar en apoyar el proceso de búsqueda y de clasificación, pero en ningún caso en la toma de decisiones respecto a la patentabilidad. Esta necesaria cautela significa también que no podemos actuar en solitario, sino que debemos ir de la mano del resto de la Administración del Estado y con el resto de Oficinas de Propiedad Industrial, especialmente a nivel europeo.
¿Cómo maneja la oficina los conflictos entre patentes tecnológicas, especialmente en sectores competitivos como el de los smartphones o la informática?
A la OEPM le corresponde examinar si las invenciones objeto de las solicitudes de patente cumplen con los requisitos de patentabilidad, que son los antes indicados: la novedad, la actividad inventiva y otro denominado aplicación industrial. Si se trata de un sector competitivo como el de los smartphones, o las invenciones relacionadas con la computación, puede haber un mayor número de litigios y de demandas de infracción de patentes, pero ese es un tema que se dirime en los tribunales de justicia entre las partes.
Desde el punto de vista del examen de la patentabilidad de las invenciones, el examinador de patentes deberá estar muy atento a cómo evoluciona el estado de la técnica, que en estos sectores es muy dinámico.
¿Qué estrategias recomienda a las startups tecnológicas para proteger su propiedad intelectual sin incurrir en costos prohibitivos?
Todas las empresas, no solo las startups tecnológicas, deben elaborar un estudio previo para decidir cuáles son los mercados en los que les interesa actuar. Una buena estrategia de gestión de activos intangibles pasa por estudiar detenidamente cuáles son los mercados más interesantes y asegurar en los mismos una adecuada protección de sus activos de PI. Ello permitirá a las startups poder plantear una estrategia de crecimiento e internacionalización más robusta, donde la propiedad industrial puede llegar a ser una palanca para el acceso a financiación o para la diferenciación en el mercado.
Lo más rápido y económico, y que desde la OEPM recomendamos, es comenzar por una estrategia de protección a nivel nacional para, en su caso, explorar posteriormente otras vías de internacionalización a nivel regional (europeo) o internacional.
Por último, recomendamos que estén atentos a nuestra actividad, pues regularmente concedemos ayudas para que a las empresas y emprendedores les resulte más sencillo solicitar sus títulos de Propiedad Industrial. Además, contamos con un Servicio de Apoyo a la empresa y con el servicio de examinador de guardia para atender a nuestros usuarios.
¿Cómo se está adaptando la oficina de patentes a los retos de la globalización, como las solicitudes de patentes en múltiples jurisdicciones?
Como hemos comentado, la actividad internacional es una de las prioridades de la OEPM desde hace muchísimo tiempo. La cooperación internacional y el multilateralismo son los cimientos sobre los que se construye esta parte tan importante de nuestra actividad.
España forma parte de los sistemas internacionales y regionales de Propiedad Industrial (como el Convenio de Patente Europea o el conocido como PCT), que permiten que la innovación llegue a estar protegida en varios países y jurisdicciones. Además, la OEPM cuenta con estrechas relaciones bilaterales con regiones especialmente interesantes como Iberoamérica o Asia, materializadas a través de Memorandos de Entendimiento que facilitan la cooperación entre oficinas nacionales. Queremos estar cada vez más presentes para apoyar la internacionalización de nuestras empresas.
El camino para que el reconocimiento y el respeto de los derechos de Propiedad Industrial se extienda a cada vez más rincones del mundo con las debidas garantías pasa por seguir insistiendo en esta línea.
Formación ANEI