Ventajas y desventajas de la compra online

Aunque ir de compras ha sido siempre una actividad social preferente – el shopping es incluso un hobby para mucha gente-, lo cierto es que el comercio electrónico es una práctica cada vez más común, ya que son muchas las ventajas que ofrece sobre la manera tradicional de ir de compras. Pero aún hay quien recela, y no le faltan motivos, pues también hay desventajas o inconvenientes en este nuevo modelo comercial que Internet ha puesto a nuestro alcance.

Comprar a través de internet

Ventajas

 Sin duda son las valoraciones positivas las que imperan en un análisis del comercio on-line, ya que en caso contrario nunca se hubiera extendido y generalizado del modo que lo ha hecho. Y entre ellas cabe destacar aspectos tan importantes a la hora de comprar como es el precio, ya que los negocios online pueden hacer ofertas más competitivas al no tener tantos gastos fijos en infraestructuras comerciales, tales como alquileres de locales, personal de tienda, de almacén o de seguridad, suministros básicos de agua y electricidad, etc.

El stock de las tiendas puede ser también más completo, ya que no tienen problemas de espacio físico para exponer sus artículos. Y por otro lado, si un cliente potencial vive en una localidad pequeña donde la oferta comercial es escasa, no tendrá ningún problema en acceder al mismo muestrario que cualquier otro que resida en la capital. Existe además una ventaja añadida tanto para los unos como para los otros, pues cabe la posibilidad de importar productos no distribuidos en los establecimientos comerciales del país, o de conseguirlos a mejor precio si en el extranjero se venden más baratos. A través de Internet el mercado es mundial.

Y todo ello pueden hacerlo desde la comodidad del hogar. Sin tener que desplazarse ni soportar posibles aglomeraciones o colas a la hora de pagar. Una ventaja que además posibilita otra, ya que la entrega también se efectuará a domicilio, ahorrando tiempo y pudiendo adecuarla a nuestros horarios.

El proceso de compra se agiliza también al poder efectuarse las 24 horas del día y los siete días de la semana, ya que la venta no se acoge a los horarios comerciales de empresa que marca la ley.

Por otro lado, el hecho de no disponer de la opinión o asesoramiento de un dependiente a la hora de adquirir el producto deseado, obliga a la mayoría de páginas de comercio online a ofrecer una información mucho más detallada de su catálogo, incluso con demostraciones prácticas. Y no es extraño tampoco que los consumidores acudan a foros para recabar la opinión de otros clientes y averiguar así el nivel de satisfacción tanto del proceso de compra como del producto adquirido.

Desventajas

Pero no todo son ventajas. También existen algunos inconvenientes que conviene enumerar, y que cada uno evaluará en función de sus exigencias o dudas. Por ejemplo, el tema de la desconfianza frente al hecho de no ver ni tocar el producto que compramos antes de pagarlo, y que tal vez no cumpla nuestras expectativas al recibirlo.

En este sentido, cabe decir que en materia de devoluciones las reglas que se aplican a las tiendas físicas son aplicables igualmente a las tiendas virtuales. Los productos tienen las garantías establecidas por ley. Y por ello, el comprador debe conservar los embalajes, la factura de compra y cualquier otro documento que acredite la compra y el pago. Siempre que sea posible conviene revisar el estado del producto en el momento de la entrega por parte del transportista.

La inseguridad es otro de los aspectos por los que sigue habiendo mucha gente reacia a la compra online. ¿Es seguro introducir los datos de tu tarjeta de débito o crédito en internet? La respuesta no solo es que sí, sino que podría afirmarse que el riesgo es hoy en día el mismo o menor que pagar con tarjeta, por ejemplo, en un restaurante, ya que el empleado maneja directamente el plástico y podría llegar a manipularlo o duplicarlo. Nunca hay que dejar que se lo lleve lejos de nuestra vista.

Los sistemas de pago online son actualmente muy seguros y desde el punto de vista técnico la probabilidad de que terceras personas puedan interceptar o manipular un pago con tarjeta de crédito es muy pequeña. Eso sí, hay que operar siempre a través de sistemas de pago conocidos, como por ejemplo PayPal o 2Checkout. En cualquier caso, siempre hay que verificar que la página de pago en la que se introducimos los datos de nuestra tarjeta de crédito sea una página segura. La mayoría de los navegadores lo indican mediante un icono de candado y la dirección de la página (URL) tiene que comenzar con https://.

Además, las tiendas virtuales tienen las mismas obligaciones que las físicas en cuanto al tratamiento de la información personal.

Pero si aún así desconfiamos y tememos la posibilidad de un fraude, una medida de prevención es tener una tarjeta que sólo utilicemos para hacer compras por internet y que disponga de un saldo limitado. De este modo, en caso de incidencia el daño se minimizaría.

Y por último, hay quien lamenta la falta de inmediatez. La compra se realiza de forma rápida, cómoda y eficaz, pero la entrega se demora siempre un mínimo de 24 horas (hay excepciones domésticas de compras diarias).

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