El turismo gastronómico se ha convertido en una de las señas de identidad de la marca España, uno de los países con más estrellas Michelín de Europa. Así, cada vez son más los visitantes, nacionales y extranjeros, que eligen y planifican su viaje en función de la oferta culinaria de su destino.
En la actual situación de recesión por la que atraviesa España, el turismo es el único que “está tirando” de la economía nacional. Según estimaciones del director del Departamento de Turismo de la Universidad Antonio de Nebrija, en Madrid, Manuel Figuerola, su repercusión en el Producto Interior Bruto (PIB) en 2012 se situará entre el 11,1 y el 11,3 por cierto, con lo que este sector aumentaría su peso por tercer año consecutivo.
Por su parte, la encuesta de movimientos turísticos en fronteras (Frontur), realizada por el Instituto de Estudios Turísticos, revela que en 2012 nos visitaron 57 millones de turistas, un 2,7 por ciento más que el año anterior. Franceses, alemanes y rusos fueron los que más llegaron a España.
Más del 10 por ciento de esas 57 millones de personas viajaron a nuestro país para practicar turismo gastronómico, una variante turística que gana terreno y que en los últimos años se ha convertido en uno de los principales valores de la marca España.
El prestigio de la cocina española
Las causas de este éxito están en el prestigio que tiene la cocina española, considerada de las mejores del mundo, gracias a chefs tan prestigiosos como Ferrán Adrià, Juan Mari Arzak, Martín Berasategui o José de Andrés, entre otros, que ejercen de embajadores honorarios españoles por el mundo, y que ha supuesto que España sea uno de los países con más estrellas Michelín.
La Organización Mundial del Turismo (OMT) considera que el turismo gastronómico se está mostrando como uno de los sectores más creativos y dinámicos, además de resaltar que su gran proyección de futuro está contribuyendo a diversificar la oferta turística de los destinos vacacionales.
Este tipo de turismo está beneficiando especialmente a las zonas rurales que además de atractivos como la tranquilidad, el paisaje, el patrimonio artístico y cultural, añaden la riqueza de su cocina, ofreciendo productos locales de primera calidad.
Conscientes de la importancia que está adquiriendo en los últimos años el turismo gastronómico en España, se están haciendo esfuerzos por potenciar la cocina de las regiones. Un buen ejemplo es el de Saborea España (Tasting Spain) que surgió con la intención de impulsar y promocionar la gastronomía regional en todo el mundo. A esta iniciativa se han unido ciudades como Madrid, San Sebastián, Logroño, Valencia, o Valladolid, entre otras.
Desde este portal se ofrece, además, viajes de turismo gastronómico, como por ejemplo escapada gastronómica a Sevilla, surtido de tapas entre cinco a elegir, de dos días, alojamiento y desayuno, desde 65 euros por persona. O a Segovia, combinado gastronomía y relax, para tres días, alojamiento y desayuno, comida, sesión de piscina activa por 129 euros persona.
Rutas gastronómicas
La combinación de visitas culturales, atracciones turísticas y degustación de la gastronomía de la zona resulta cada vez más atractiva para los visitantes, de ahí que hayan surgido rutas gastronómicas reconocidas, que ofrecen un recorrido por las recetas más destacadas y sabrosas, resaltando en cada lugar sus platos y productos típicos.
Junto a ellas, el viajero puede decantarse por otro tipo de ofertas en las que puede encontrar paquetes de viajes con turismo y gastronomía al mismo tiempo: mariscada y spa enla Ría de Vigo dos días por 75 euros persona, o Barcelona, lujo y gastronomía un día por 32 euros, por ejemplo.
Además de las las rutas del vino por diferentes denominaciones de origen españolas, que siguen siendo las más conocidas, podemos ofrecer una propuesta de itinerarios propiamente gastronómicos en distintos puntos de nuestra geografía:
En el norte:
- Restaurantes vascos con Estrella Michelín. 19 restaurantes del País Vasco consiguieron un total de 28 de estos prestigiosos reconocimientos en su anterior edición. Entre ellos se encuentran los guipuzcoanos Akelarre y Arzak (Donostia-San Sebastián), Martín Berasategui (Lasarte-Oria) y el vizcaíno Azurmendi (Larrabetzu) que lucen en sus pórticos tres estrellas.
En el centro:
- Comunidad de Madrid. Agrupa sus rutas gastronómicas en la zona norte, con la miel, la carne, los quesos y el judión como productos principales, y la zona sur, con las aceitunas, los espárragos, las fresas, el melón y el ajo como alimentos típicos. Las rutas del vino y la ecológica completan este delicioso recorrido. Y si nos centramos en la capital, la oferta es inmensa: desde el tapeo hasta los restaurantes centenarios: mesa y mantel para todos los gustos.
En el sur:
- Andalucía. Su plato típico más conocido es el gazpacho y sus productos estrella son el jamón y el aceite de oliva. Además, es una tierra rica en pescados y mariscos en su zona costera, y carnes en el interior. La amplia extensión dela Comunidad Autónoma hace que en cada provincia destaquen platos variados y sabrosos.
Este:
- Galicia. Ideal para los amantes del marisco y también para los que disfrutan del pescado y las carnes. Rica en pulpo, percebes, mejillones ostras, langosta, centollos… La oferta gastronómica de esta comunidad satisface todo tipo de paladares.
Oeste:
- Cataluña. Adrià, Ruscalleda, Roca son algunos de los apellidos ilustres que han conseguido que la cocina catalana alcance fama mundial. Productos del mar y de la montaña se funden en una cocina que une los sabores tradicionales (arroz, calçots, fesols, embutidos …) con otros más innovadores.
Son sólo algunas proposiciones que realizamos para disfrutar de gastronomía española y conocer algunos de los lugares más emblemáticos de nuestro país, pero lo mejor es “perderse sin prisa” por los pueblos y ciudades de nuestra geografía y probar sus sabores auténticos, mientras se disfruta de la riqueza de su patrimonio y cultura.
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