La bicicleta puede ser el futuro de las ciudades post COVID-19

Ahora que parece verse la luz al final del túnel vírico, son muchos los interrogantes que se plantean en cuanto a lo que se ha dado en llamar la “nueva normalidad”, y que se verá condicionada por la realidad post COVID-19. Un nuevo escenario social marcado sin duda por la crisis económica, pero también por algunas evidencias indiscutibles, tales como el hecho de que el medioambiente ha sido el gran beneficiado del confinamiento humano en las ciudades de todo el mundo. Y es ahí cuando la bicicleta puede convertirse en una de las grandes protagonistas del futuro de nuestra sociedad.

Muchos gobiernos apuestan por fomentar el transporte individual y sostenible

Y no solo la bicicleta convencional, sino también las eléctricas, los patines y otros medios de transporte ecológicos, que eviten la inmediata involución de las ciudades a los niveles de contaminación anteriores a la cuarentena global. Una oportunidad única que sería insensato desaprovechar.

Por eso son ya muchos los gobiernos, nacionales y autonómicos, que han empezado a mover ficha en este sentido. Así, el gobierno italiano ha decidido incentivar la compra de bicicletas – también e-bikes, patinetes y scooters eléctricos – con un bono que cubre el 70% del gasto, aunque en ningún caso puede superar los 500 euros. Eso sí, siempre que la adquisición se lleve a cabo antes del 31 de diciembre de 2020. Podrán acogerse a la ayuda los residente mayores de edad de ciudades con más de 50.000 habitantes.

Con esta iniciativa, a través de la llamada “micromovilidad”, se pretende promocionar los desplazamientos en vehículos no contaminantes, a la vez que se combate el caos circulatorio de las grandes ciudades y se facilita el mantenimiento de las distancias de seguridad entre los ciudadanos, una circunstancia que en estos momentos no es baladí. De hecho, al ser vehículos individuales y también con cero emisiones, según los expertos en salud, se convierten en los  aliados perfectos en tiempos de pandemia para evitar contagios.

Generalitat Valenciana

En esta misma línea, la Generalitat Valenciana  anunció también una campaña de fomento de la bicicleta y otros vehículos individuales sostenibles. El presidente Ximo Puig anunció  la concesión de ayudas directas de hasta 250 euros, a partir del 15 de junio, para la compra de bicis y patinetes con el fin de potenciar su uso frente al de los vehículos contaminantes, y a su vez, reanimar el consumo y fomentar la actividad del pequeño comercio.

De este modo, si se consolida esta nueva tendencia, que no solo se ha empezado a fomentar en España e Italia, sino también en Alemania, con medidas económicas similares, y en otros países europeos, que se sumarán así a la tradición ciclista de los países nórdicos, la asignatura pendiente será la creación de todo un entramado de carriles bici en todas las grandes ciudades. Algo muy necesario para garantizar la fluidez del nuevo tráfico rodado sostenible y su seguridad.

Pero no acabarían ahí los cambios necesarios para implantar en condiciones las nuevas medidas circulatorias. Si la bici se reafirma como la «estrella» de la nueva movilidad poscoronavirus, tal y como se han apresurado a solicitar desde la Coordinadora Estatal de Defensa de la Bicicleta, ConBici, y otras asociaciones de ciclistas, deberán habilitarse «aparcabicis» en los barrios y proximidades de transporte público, ciclos de semáforo que favorezcan la circulación de peatones, bicis y patinetes, y establecerse de manera permanente las ayudas para la compra y reparación de estos vehículos, del mismo modo que se beneficia de planes de ayuda al sector de la automoción.

Además, los defensores de la bicicleta solicitan igualmente a los ayuntamientos que  prohíban circular a más de 30 kilómetros/hora en las ciudades.

Reforzando el apoyo a este tipo de iniciativas, algunas organizaciones ecologistas como Greenpeace recuerdan que el transporte representa un 25 % de las emisiones contaminantes en las grandes ciudades y afirman que el sector de la bicicleta creó más empleos (650.000) que la industria del acero (350.000) o la minería (615.000).

Cetelem & Atebi se unen para facilitar el acceso a la bicicleta

La Asociación Española del Comercio Minorista Especializado de la Bicicleta (ATEBI) y Cetelem, especialista en crédito al consumo, han lanzado una campaña de financiación de bicicletas con el objetivo de impulsar este medio de transporte como alternativa segura y sostenible de movilidad, así como para reactivar el sector después del parón económico provocado por la crisis sanitaria.

Esta campaña, exclusiva para los comercios asociados a ATEBI, se lanza en un momento en el que la bicicleta puede convertirse en una pieza clave para la movilidad por ser una alternativa de bajo coste, sin emisiones, y que, por evitar habitáculos cerrados y su propia dinámica de circulación, garantiza las condiciones de distanciamiento social. Los clientes encontrarán en las tiendas asociadas a esta iniciativa la opción de financiar bicicletas y otros productos relacionados en condiciones muy ventajosas.

Saludable

Y todo ello a parte de lo saludable que resulta el ejercicio físico de pedalear. Se contribuye a mantener el cuerpo sano y despejar la cabeza en estos días de tantas preocupaciones por la crisis. Y de este modo, además, se fortalece el sistema inmunológico y lo hace menos susceptible a las enfermedades.

Dadas las características de la patología provocada por la infección del coronavirus, que entre sus síntomas cuenta con la inflamación pulmonar, es particularmente importante ventilar el aparato respiratorio, y mejorar el flujo sanguíneo con el ejercicio. Entre otros saludables beneficios.

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