Cómo fomentar la diversión en el trabajo para mejorar el rendimiento del personal

Un trabajador feliz rinde más que uno amargado. Eso es un hecho constatado y tenido muy en cuenta por algunas empresas, que promueven proyectos de diversión y distensión laboral para conseguir que los empleados se impliquen más y mejor en sus obligaciones laborales.

Un trabajador feliz rinde más que uno amargado

Un ambiente relajado y amable en el lugar de trabajo aumenta la productividad y una plantilla cansada, cuyos trabajadores rozan o padecen el síndrome de burnout, rinde muy por debajo de sus posibilidades. Y crear dinámicas para evitarlo es el objetivo del Día Mundial de la diversión en el Trabajo, celebrado el pasado 1 de abril, y en el marco del cual se proponen todo tipo de iniciativas para que las pyme fomenten este tipo de filosofías laborales y mejoren así sus rendimientos.

En primer lugar, es importantísima la creación de un equipo de gente apasionada por lo que hace. Sólo se puede ser realmente feliz haciendo lo que a uno le gusta. Una satisfacción que, además, resulta altamente contagiosa en los entornos laborales. Del mismo modo que compañeros desanimados o hastiados con su trabajo, repercutirán negativamente en el grupo.

Iniciativas

La flexibilidad horaria, aunque la jornada laboral sea larga, ayuda mucho a crear un ambiente laboral agradable y feliz. Igual que mantener en buenas condiciones el lugar de trabajo. Y ni que decir tiene que posibilitar la conciliación familiar con la jornada laboral es básico para la satisfacción de la plantilla. Si mejora la calidad de vida personal, se mejora la predisposición laboral.

Hacer partícipe a los trabajadores de los logros de la empresa es otra medida muy positiva a la hora de implicarlos. Y eso puede conseguirse, no solo felicitando al colectivo laboral cuando hay buenos resultados, sino con incentivos que van más allá de lo económico, pues crean compañerismo y convivencia. Por ejemplo, fines de semana rurales o actividades de ocio colectivas. Este tipo de acciones buscan también atenuar la jerarquización empresarial, ya que todos los participantes son iguales. Este tipo de situaciones son relajantes y enriquecedoras a nivel personal y profesional.

Algunas empresas optan por facilitar a sus empleados sesiones de coaching, que se plantean con la intención de apoyar y fomentar el talento particular de cada uno de los trabajadores, para de este modo ayudarles a perseguir y alcanzar sus metas profesionales. Unos logros que, obviamente, generarán satisfacción en el empleado y redundarán en un beneficio profesional para la empresa.

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