Abre las alas…. y vuela

Parapente o ala delta ¿con cuál te atreves a vivir una aventura?

Uno de los sueños de todos los seres humanos es poder volar. Sentir la libertad de movimiento, olvidarse de las ataduras y volar sin la ayuda de un motor, sólo con el propio cuerpo. Todo esto es posible gracias a los parapentes y a los Ala deltas.

parapente

Parapente

El parapente es un ala flexible, sin ningún tipo de estructura rígida, a la que se coloca una silla para sentarse cómodamente. La vela varía dependiendo de la cantidad de personas que realicen el vuelo que puede ser individual o en tándem. El primero sólo pueden realizarlo los pilotos experimentados y el segundo los pasajeros acompañados de un profesional.

Los pilotos, certificados por la Federación Aeronáutica Española, se encargan de realizar las maniobras durante el vuelo. Durante el descenso la tela del parapente se llena de aire formando una cámara con la suficiente fuerza como para sustentar el paracaídas y reducir la velocidad del descenso.

El viento determina la clase de vuelo, si es constante y choca contra la montaña se trata de un vuelo dinámico que genera ascendencia y suspensión en los parapentistas. Si el viento es caliente se trata de un vuelo térmico en el que impulsa y provoca la subida del parapente.

Ala Delta

Al igual que el parapente el ala delta también es un mecanismo construido para realizar vuelos sin motor, es decir planeando. Se compone de una vela sobre una estructura de aluminio, dentro se coloca el piloto sujetado por un arnés en posición horizontal y mediante los cambios de posición de su cuerpo consigue desplazar el ala delta sin dificultad.

Despegando de una ladera, y no saltando como erróneamente se cree, se planea sobre corrientes de aire ascendiendo y sintiéndose parte del vuelo. Este puede durar horas o minutos y ser más rápido o lento, dependiendo de la fuerza del viento.

Tanto en la modalidad de vuelo con ala delta como en la de paracaídas es necesario utilizar el equipamiento necesario: casco, paracaídas de emergencia, radioteléfono, GPS y barómetro. Son extraños los casos en los que surgen complicaciones en el viaje pero si quieres sentirte más seguro te aconsejamos que contrates el seguro que ofrecen,  sigas las instrucciones y confíes en el piloto.

¡Anímate!

El público que se acerca a contemplar los vuelos por primera vez pocas veces se atreve a ser el protagonista del vuelo. Desde aquí te animamos a disfrutar sobre las burbujas de aire, dejarte llevar por las corrientes, contemplar los paisajes a vista de pájaro y sobre todo vivir una experiencia que te hará sentir libre.

Recuerda que es un deporte seguro, no contamina y permite el contacto con la naturaleza. Decídete: disfruta de la aventura, abre las alas y vuela. Deja de mirar al cielo y envidiar a las aves, ahora te toca a ti volar y sentir el viento.

 

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